sábado, 16 de junio de 2012

Más delirios

ENTRE ALAS Y CADENAS.
Quien depende siempre de caminar sobre la cuerda de los extremos difícilmente tendrá un sano desarrollo bio-psico-social. Debemos cuidar nuestro organismo en lugar de sólo etiquetarlo como bello o imperfecto, mejorar nuestra capacidad para percibir el mundo e interpretarlo a través de nuestros sentidos, satisfacer necesidades, comprender el proceso que sigue cada pensamiento, la utilidad real de nuestras emociones, ser capaces de realizar una introspección que nos ayude a ser nuestros propios analistas, a responsabilizarnos de lo que somos y responder por nuestros estados anímicos en lugar de justificarlos, y ser conscientes de que somos miembros de una sociedad, por lo cual, la adaptación se vuelve no sólo un mecanismo de sobrevivencia sino también de paz mental. No basta con crear, aprender o ejecutar... La gente verdaderamente rica desborda las bendiciones recibidas para que también toquen a quienes están alrededor y la riqueza no se mide por el grosor de los billetes, de los pechos o del carro, ni siquiera por el de los libros leídos o escritos, la riqueza está en el equilibrio: así de fácil. Locura que no lleva al cielo sólo es enfermedad mental, la línea que divide lo grandioso de la patología es muy delgada; la primera da alas, la segunda cadenas.

ANTE LA GUERRA, CONVICCIÓN.
Siempre he pensado que la vida es una guerra en la que la mejor arma es la convicción y que cuando sabes lo que quieres, cada caída alienta el hambre de lograr lo que siempre has deseado. Gracias a quienes han sabido odiarme pues me han obligado a forjar mi carácter y ser más aguerrida, a quienes me han querido por quien soy pues me han enseñado a valorar los pequeños placeres y a encontrar paz en los momentos y lugares menos pensados y a quienes me han querido cambiar porque me han hecho más firme en la defensa de mis propias decisiones. Todo sacrificio tiene una recompensa, pero hay que aprender a elegir las batallas para que el dolor tenga sentido y no sea sólo masoquismo. 

MUJER Y AUTOPERCEPCIÓN.
El mundo está lleno de mujeres hermosas, el único defecto de muchas es que al mirarse en el espejo una ceguera culturalmente impuesta les impide apreciar que no hay belleza más grande en este mundo que la piel que la cubre y ese reflejo que las traspasa hasta llegar a lo intangible y doblemente valioso: Lo psico... Montañas de pensamientos, sueños, sentimientos, emociones y demás. Todas las mujeres son hermosas y sin embargo sólo un pequeño porcentaje es consciente de ello. Nada cubre mejor el cuerpo desnudo de una dama que la autoestima, pues sólo aquella que sabe amarse plenamente conseguirá amar de igual modo todo lo que está alrededor.

EL VALOR DE CADA SACRIFICIO.
No existe sacrificio que no valga la pena. Desde el inicio de nuestra vida, esta ley nos rige incluso en la sobrevivencia. Minerales, vegetales, animales y seres humanos somos sacrificados todos los días para alimentarnos los unos a los otros. Eso, para mí es el amor más puro entre especies. Nos damos vida aún sin conocernos. Debe ser que en los instintos y en la naturaleza la bondad es un fruto que se da con mayor facilidad que en el razonamiento. Toda especie es maravillosa, es capaz de dar vida desde su propio ser, capaz de crearla de lo muerto alrededor, capaz de convertirse tras el último aliento en el alimento de aquellos que sobreviven con nuestros restos. Es una cadena preciosa. Al final, todas las especies nos tenemos no sólo en el contexto, sino dentro y nos necesitamos. Es increíble que por poder, por una lucha absurda por el dominio, los seres humanos no valoremos esas cadenas y matemos sólo por placer o por dinero, que se rompan esas leyes de respeto y de conciencia que debiesen ser parte de nuestra educación. Nuestra vida y nuestra muerte siempre serán el dolor de algunos que se quedan y el milagro de quienes habrán de devorarnos y llevarnos a esos lugares que nunca creímos conocer, es decir, sólo así, nuestra vida parte de cuerpo en cuerpo y se inmortaliza, en cierta forma. Gratitud. Los seres humanos necesitamos valorar más lo que alrededor nos mantiene vivos y entregar nuestro cuerpo para ser vida... Donar órganos y ser vida para nuestros hermanos de especie y volvernos el alimento de animales, plantas y minerales.

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