miércoles, 11 de septiembre de 2013

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE PLOMO


 

Por Alondra Berber
Para 99 grados



Un día, el narcotráfico reescribió el amor, sus formas, su lenguaje. Hizo un poco más desesperados a los amantes cuando surgió con la pasarela de cuerpos un final alternativo a la felicidad perpetua. Las páginas de los cuentos fueron reemplazadas por notas rojas, las brujas por sicarios y secuestradores, los príncipes azules por epitafios y las hadas madrinas es probable que hayan sido deslumbradas por el poder, el dinero y acabaron como amantes de políticos o narcos.



Por supuesto, la felicidad no fue eterna. Desde el principio, nunca lo fue, como no fue el punto final de la historia algo congruente en discurso y acción. Nacieron entonces las viudas del fuego; mujeres de diferentes edades, niveles socioeconómicos, personalidades, gustos y formación, que amando o creyendo amar a los príncipes por siempre y para siempre, se quemaron también. Algunas lloraron el asfalto, otras las cárceles, las funerarias, las fosas comunes… Otras tantas a los desaparecidos; memorias aquellas hermosas, inconclusas, con el sabor de una esperanza condenada a desaparecer y un nuevo estigma en que la doble moral satanizó por igual a víctimas y victimarios de los cárteles de las drogas y contempló desterradas, perseguidas a sus féminas.



Algunas princesas de escasos años y pieles todavía tersas se convirtieron en protagonistas de la noticia, perforadas por las balas o rebeldes ante el escarnio del nuevo escritor del cuento, pero algo debemos reconocer: la gente comenzó a leer; de pronto, como si la desgracia fuese tierra fértil de letras, la sociedad empezó a unirse, a esperar con cierta curiosidad cada periódico testigo de algún rumor de detonaciones, ejercitó su memoria para reconocer cuerpos o adivinar qué diría el próximo letrero, adiestró sus sentidos para detectar delincuentes o pronosticar ingresos, para reinterpretar las redes sociales de aquel que “dicen que mataron porque estaba metido”.



Todo miembro de la sociedad miró ante sí un gran campo de batalla con las divisiones de los viejos juegos en que reproducían y fortalecían el adoctrinamiento moral: los buenos, los malos. Pocos comprendieron que no existían ni los unos ni los otros en un estado de pureza, que hasta en el último individuo existía dualidad: todos mártires y verdugos a su manera, más allá de la sangre escandalosa y siempre protagónica. Aún menos captaron que no se trataba de cuántos “culpables” morían porque cada ejecución, fuera de quien fuera, era la derrota de un país entero que atascado de cuernos de chivo, estaba desarmado como nunca.



Los personajes del cuento se endurecieron; cambiaron los cantos alegres por temerosos silencios, la felicidad por sobrevivencia, la adaptación ordinaria por una balanza entre la psicopatología y las ganas de crecer a partir de la adversidad. Algunos pelearon con lo divino, otros se aferraron. Algunos siguieron adelante, otros murieron en vida, pero lo que es real es que nadie olvidó que el cuento rosa sólo fue el primer espejismo, el primer eslogan político pensado para niños.

lunes, 9 de septiembre de 2013

La salud psicosocial: un tema prioritario.



Se llevará a cabo en Acapulco el Primer Encuentro de Psicólogos Especialistas en Desastres.




México ha sido escenario de pérdidas humanas y materiales. El 19 de Septiembre de 1985 los habitantes de la Ciudad de México enfrentaron una de las más grandes tragedias en lo que a desastres naturales se refiere: el terremoto del 85. Heridos, desaparecidos, damnificados, edificios destruidos, rupturas asfálticas, la interrupción de servicios básicos y miles de muertos fueron algunas consecuencias de este fenómeno sísmico de 8.1 grados en la escala de Richter.
Otros desastres como las inundaciones de Tabasco y los huracanes registrados entre 1997 y 2005 entre los que destacan Wilma, Gilberto, Isidoro, Emily, Stan, Kenna, Juliette y el huracán Paulina representaron los siniestros más lamentables del país.
El huracán Paulina fue considerado uno de los más mortíferos que tocaron el sur de México, dejando comunidades destruidas y cientos de muertos principalmente en Acapulco. Familias enteras afectadas y múltiples crisis tanto económicas como emocionales en la sociedad fueron el día a día tras este desastre.
Socialmente, el sexenio pasado representó una etapa difícil para millones de mexicanos debido a la llamada Guerra contra el narcotráfico, de la cual se contabilizaron 70 mil muertos según Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación, quien mencionó que no hay suficiente información debido a que la anterior administración dejó de hacer un “conteo oficial”. Cifras extraoficiales arrojadas por una agrupación europea documentaron 136 mil 100 personas asesinadas señalando que no todas las muertes se encontraban vinculadas al “ataque frontal contra los cárteles de la droga”.

Además de desastres naturales y muertes violentas, las personas están expuestas a otro tipo de situaciones generantes de estrés: enfermedades crónico-degenerativas, suicidios, adicciones, accidentes, muertes súbitas cardiacas, violencia familiar, acoso escolar o laboral, entre otras. Si bien no toda persona habrá de desarrollar un trastorno reactivo, es importante precisar que esto dependerá además del factor contexto, de sus vulnerabilidades o predisposiciones biológicas, psicológicas y culturales. El trastorno por estrés postraumático es el más común en estos casos, con su respectiva comorbilidad, entre fobias específicas, trastorno por estrés agudo, TOC, agorafobia, depresión, fobia social y otros. Las alteraciones pueden manifestarse de manera orgánica, emocional, social, cognitiva o en el comportamiento y no siempre de una manera inmediata. El desarrollo de un trastorno dependerá también de las herramientas de afrontamiento de cada persona y el apoyo social con que cuente, asimismo, de la intervención oportuna y eficaz que se realice. Dependerá, bien, de su capacidad para procesar la información de una situación traumática, lograr la adaptación, sobreponerse y resurgir a partir de lo vivido.

Si bien la psicología es un área de estudio cada vez con mayor demanda, la salud psicosocial ha sido un tema minimizado por funcionarios y políticos, más allá del discurso de la reconstrucción del tejido social y mientras estos temas no sean justamente dimensionados los proyectos para prevención del delito y apoyo a víctimas de siniestros estarán destinados al fracaso al abordar problemáticas por la superficie y proponer soluciones en función de ello. No existe en Guerrero una cultura de la salud mental y social, por lo cual los avances en la formación teórico-práctica de los profesionales a cargo de la atención en situaciones de crisis son también mínimos o bien, focalizados en grupos minoritarios de psicólogos que van más allá de las escasas alternativas de especialización ofrecidas en la región.

Los días 19 y 20 de Septiembre a partir de las 9 am se darán cita en el puerto de Acapulco profesionales de emergencias provenientes de distintas partes del país en las instalaciones del Hotel Romano Palace, a fin de compartir experiencias, conocimientos y técnicas de intervención aplicados a emergencias psicológicas y sociales.
Evento dirigido a profesionales de la emergencia, psicólogos técnicos en urgencias médicas, rescatistas, bomberos, académicos, trabajadores sociales, estudiantes, militares, marines, personal de salud y protección civil, personas involucradas en la atención a desastres y público en general.
A través de conferencias magistrales, talleres y mesas regionales de trabajo se pretenden cumplir los objetivos de dicho foro, al cual asistirán como ponentes el Psic. Jorge Montoya, fundador de la Comunidad Latinoamericana en Resiliencia, el Mtro. Jorge Álvarez Martínez, investigador y catedrático de la UNAM que implementó el Call Center por influenza, el Psic. Daniel Carbajal que dio contención emocional en albergues por el sismo del 85, Dr. Psic. Ignacio Jarero fundador de la Asociación Mexicana de Ayuda Mental en Crisis quien dio terapias psicológicas a damnificados del huracán Paulina, entre otras importantes figuras de la psicología de Emergencias en el país, como una iniciativa de la agrupación de Psicólogos Emergencistas de México y el Equipo de Respuesta Inmediata de Apoyo Psicológico en Emergencias y Desastres.

Mayores informes a los teléfonos 216 38 17 y 74 41 06 77 04, al correo velcar@hotmail.com y en facebook en la página Psiemex Psicólogos Emergencistas de México.

PSIEMEX invita a asistir al Primer Encuentro de Psicólogos Especialistas en Desastres.






Psicólogos Emergencistas de México invita a los psicólogos, rescatistas, bomberos, personal de protección civil y sector salud, estudiantes, personas involucradas en la atención a desastres y público en general a asistir al Primer Encuentro de Psicólogos Especialistas en Desastres que se ha programado en el puerto de Acapulco con la finalidad de capacitar y dotar de herramientas eficaces de intervención a la mayor cantidad de personas en atención a desastres, crisis y trastornos reactivos (secuelas mentales), en un día en que se conmemora el 28 Aniversario del terremoto del 85, uno de los desastres naturales que más daño causaron a la sociedad mexicana.
El Encuentro de Psicólogos Especialistas en Desastres iniciará el día jueves 19 de Septiembre en las instalaciones del Hotel Romano Palace, Acapulco, a las 9:00 horas, para concluir el día viernes 20 de Septiembre a las 18:00 horas.

En el Encuentro participarán el Psic. Jorge Álvarez, catedrático, investigador y jefe del Programa de Intervención en Crisis a Víctimas de Desastres Naturales y Sociorganizativos de la UNAM, asesor del Gobierno Mexicano por la SRE por desastres en Paraguay y Argentina, quien implementó el Call center por influenza. El Dr. Ignacio Jarero Fundador y presidente de la Asociación Mexicana para Ayuda Mental en Crisis, coautor del protocolo EMDR para incidentes críticos recientes y del protocolo grupal e integrativo con EMDR aplicado exitosamente alrededor del mundo. Coautor de protocolos para eventos de alto impacto utilizados en los desastres en Haití y Chile, empleados actualmente por la Secretaría de la Defensa Nacional y Fuerza Aérea Mexicana, por la Secretaría de Marina Armada de México y por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Estuvo involucrado en la atención a damnificados del Huracán Paulina. Jorge Montoya, fundador de la Comunidad Latinoamericana en Resiliencia. El Psic. Daniel Carbajal, quien dio contención emocional en albergues por el sismo del 85 y otros ponentes importantes provenientes de diferentes partes de la República, quienes de conferencias magistrales, talleres, demostraciones y mesas regionales de trabajo, capacitarán a los asistentes en materia de intervención en crisis, psicología en desastres, emergencias psicológicas, resiliencia comunitaria y manejo de grupos de víctimas, damnificados y sobrevivientes.

La intervención en crisis se remonta a los trabajos de Eric Lindemann y colaboradores para atender a los familiares de los 493 muertos del incendio en el centro nocturno Coconut Grove en Boston en 1942, afirmando que a través de una investigación de la historia de pacientes psiquiátricos, durante ciertos periodos de crisis, el individuo parece enfrentar sus problemas de una manera inadaptada en la cual surge un deterioro en la salud. El encuentro surge como iniciativa de Psicólogos Emergencistas de México (PSIEMEX) y el Equipo de Respuesta Inmediata de Apoyo Psicológico en Emergencias y Desastres (ERIAPSIC) para fomentar resiliencia y conductas sanas de afrontamiento en la sociedad ante emergencias por desastres naturales, situaciones de violencia, accidentes, enfermedades y otras eventualidades emocionalmente perturbadoras, reconociendo la prevención en la salud mental y social como un eje de acción indispensable.

Información a los teléfonos 216 38 17, 74 41 06 77 04, al correo electrónico velcar@hotmail.com o en redes sociales a través de las cuentas Psiemex Psicólogos Emergencistas de México y Psiemex Acapulco AC.